Aunque Dylan haya nacido en una familia judía, a lo largo de su carrera jamás mostró publicamente señales de que la religión le importase mucho. De hecho, más bien lo contrario, hasta que llegó el año 1979.
Durante unos meses estudió la Biblia y declaró publicamente su conversión al cristianismo. No solo eso, sino que publicó tres discos seguidos en los que proclamaba alegremente su descubrimiento de Cristo.
Los discos en cuestión son Slow Train Coming (1979), Saved (1980) y Shot Of Love (1981). Temas como Gotta Serve Somebody, Man Gave Names To All The Animals, Property Of Jesus o Saved son los que más ahondan en liricas religiosas.
Cabe notar que Dylan actuó ante el Papa Juan Pablo II en 1997, interpretando las canciones Knockin' On Heaven's Door, A Hard Rain's A-Gonna Fall y Forever Young.