Corría el tiempo de darle nacimiento a The Slow Rush, la última producción de Tame Impala. Una que otras palabras para The Sunday Times (Australia) confirmaban que vendría otra entrega completa de la banda, lo que, por cierto, no ocurrió hasta febrero de 2020, previo adelanto de varios y novísimos temas vía descarga gratuita por las redes sociales. En todo caso, Kevin no se mostraba apurado por el debut de la banda con su nueva creación. Pero, hablara de esto o aquello, por lo excéntrica, la noticia del momento para el periodismo del ambiente era que… Parker había “olvidado” informar a sus compañeros de camino en relación con el compromiso en Coachella, responsabilidad adquirida como un glorioso set después del anuncio de la retirada del evento por parte de Justin Timberlake: sus cuerdas vocales no daban para más por algún tiempo; necesitaba reemplazo. Los muchachos se enteraron por otras vías y de casualidad, momento sobre el que Parker comenta mientras ríe: “Se despertaron, vieron el cartel y pensaron que era una broma”.
La cosa llegó al extremo de la chanza mediática que cierto fans, vía Web, les rememoró a Cam, Dominic y Julien (claro, para que se cuidaran de los olvidos de Kevin y no esperaran que este les recordara nada), qué fechas estaban esperándolos más adelante: mayo, 3 al 5 en Atlanta (Shaky Knees Festival); el día 11 en Guadalajara, el 24 en Boston y el 31 en Barcelona (Primavera Sound); luego, del 21 al 23 de junio en Alemania, entre Scheeßel (Hurricane Festival) y Tuttlingen (Southside Festival); y en agosto, del 8 al 11, les aguardaba Helsinki (Flow Festival). En realidad, este gesto parecía más un recordatorio muy público… para el propio Kevin Parker. Se le agradece.