Y es que andando por el festival que en Somerset se lanza desde Glastonbury, cualquier mortal no olvida lo que hizo durante más de un día de su vida. Eso le ocurrió al afamado compositor, músico e instrumentista de Tame Impala. De esta experiencia, solo ha logrado dar en su memoria con una parte de la actuación de la banda de Perth en la ciudad inglesa. Lo demás son nebulosas o, en sus palabras, un black out o bache mental que, ustedes saben, le ocurre a cualquiera. Eso pudo decirle a la gente de la revista mejicana Q. Agregó que, por las casi tres docenas de horas de olvido entre viernes y lunes, “todavía estoy pagando el precio”, eso mientras ciertos detalles de su vida durante ese “paréntesis en la conciencia” tuvo que rearmarlos… ¡consultando Internet!
El asunto resulta tan sui géneris que el líder-imagen de Tame Impala cree que sus recuerdos se esfumaron desde que la británica Adele montó en el escenario. Parker ha tenido que armarse un rompecabezas hasta donde las consecuencias de cinco litros del dieciochesco francés Moët se lo han permitido, o porque un amigo le ha enviado imágenes sobre su conducta en esa etapa de la vida… o porque también “…he buscado #KevinParker en Internet y he encontrado varias fotos de fans que me han ayudado a recordar”. Más adelante dirá que “No fue nada bueno”. ¿Faltaba más? Todos esperan que, en su visita al “México lindo y querido”, no se tope con el derivado más conocido del Maguey (el de “La Penca” en el famoso corrío’). Y es que el choque con Mezcal puede resultar peor.