Dos semanas después, Dr. Dre también demandaba a la empresa. Napster ya había sido acusada por la RIAA en 1999 de violar leyes de propiedad intelectual y servir de asilo para la piratería musical en internet, además de que algunas universidades habían pedido prohibir el programa, pues disminuía la velocidad de sus redes.
Para mayo de 2000, Napster bloqueó las contraseñas de más de 35 mil usuarios proporcionada por Ulrich.
En su defensa, Napster alegó que servía sólo como conducto de la información. En junio de ese año, la RIAA pidió eliminar de Napster todo el contenido perteneciente a las discográficas más importantes.
La polémica cesaría en julio de 2001, al aplazar la banda todas las denuncias contra Napster alegando que estaba haciendo más mal que bien a la imagen del grupo.