Lemmy formó parte del equipo de roadies del gran Hendrix, y aun recuerda con bastante aprecio las vivencias junto al maestro de la guitarra. "Cuando tocaba era mágico, el tiempo se detenía. Teníamos que arreglarle los monitores todos los días porque saltaba encima de ellos constantemente". Lemmy también cuenta que se encargaba de abastecer de drogas a Hendrix, y éste, en recompensa, regalaba tres de cada diez pastillas de ácido a Lemmy, "Un trato justo", dice Lemmy.
"Jimi era un sujeto excepcionalmente simpático. Tenía unos modales sorprendentes, de otros tiempos. Si una tía entraba a la habitación se ponía de pie inmediatamente, aunque fuera una vieja o lo que sea. Les ofrecía sillas, les abría la puerta... y ellas se morían por estar con el, habían filas de mujeres aguardando por estar con Jimi. De él aprendí que se puede ser un maniático sexual al mismo tiempo que un caballero".
¿Más curiosidad? Lemmy se declaró fanático de Janet Jackson, y afirmó que siempre quiso grabar una canción con ella.