"Una noche, después de una actuación, volvimos al hotel y nos encontramos en el pasillo a muchas personas vestidas con capas negras y sentadas en el suelo con velas en sus manos que cantaban extraños himnos. Tuvimos que pasar por encima de ellos para llegar a nuestras habitaciones, pero todavía podía oírles cantar. Llamamos a seguridad pero no nos hicieron caso. Entonces sincronizamos nuestros relojes para abrir todas nuestras puertas a la vez. Ozzy apagó las velas orinando sobre ellos y les cantó ‘Feliz Cumpleaños'. ¡Se pusieron a bailar como locos! Esperaban que les ayudáramos a dirigir su secta satánica y a cambio recibieron una fiesta de cumpleaños".
Así relata Tony Iommi la ocasión en que la banda fue visitada por un grupo de fanáticos satánicos que se alojó en los pasillos de su hotel.