"En ese momento (la época previa a 'El amor después del amor') no tenía ni para pagar el alquiler. Trabajaba poco, habían matado a mi familia... Estaba muy paria. Vivíamos de prestado en la casa de un amigo en Hidalgo y Arengreen, llena de piojos y ladillas. Pero teníamos la plata para comprar cerveza y ensayar todos los días. No necesitábamos más que eso".
Tras la llegada de la placa El amor después del amor en 1992, que es hasta la fecha el álbum más vendido en la historia de Argentina. Todo el esplendor económico que supuso las ventas de más de 750 000 copias fue invertido en proyectos nuevos y en un estilo de vida que es consciente del mes a mes de la clase media.
"Yo no tengo una cuenta bancaria que me permita parar dos meses, por ejemplo. No te olvides que cuando gané dinero fue con 'El amor después del amor', y eso lo invertí todo en hacer el estudio (Circo Beat) y en (la película) 'Vidas privadas', que me llevó muchos años. Siempre tuve una economía estándar, digamos. De llegar mes a mes. Sumado a los movimientos familiares -los niños, los viajes, las mujeres con las que viví, las separaciones- todo eso te genera una navegación, digamos, hace que tengas que estar activo".