El querer hacer bromas a un amigo o un familiar es algo que a todos nosotros se nos ha pasado por la cabeza. Cambiar el azúcar por la sal, llamar a un amigo para fingir una voz y decirle que se ha ganado la lotería, o hasta llenar de crema batida la cara de alguien que cumple años. Mike de Linkin Park, ha hecho esto y más con sus amigos y familiares. Pero todas las bromas pasan a otro nivel cuando se hacen a sus compañeros de trabajo, es decir a los otros miembros de la banda.
Dijo Shinoda a un entrevistador: “Siempre que íbamos de gira, había una o dos bromas para hacerle a alguno de nuestros compañeros al esperar que se durmiera. A veces le quitábamos todos los muebles a la habitación donde estaba durmiendo y los poníamos en el ascensor para que pareciera una escena surrealista. Otras veces cuando estaba muy borracha la víctima, sacábamos los muebles y los poníamos en el mismo orden que en el cuarto, pero fuera de la habitación o incluso fuera del hotel”.
Incluso le jugaron una broma a Metallica un día. Shinoda continúa: “Una vez, en la gira que compartimos con Metallica, ellos tocaban “Master of Puppets”. Chester y yo nos sentamos en lo alto de la tarima con unas cestas de comida y empezamos a tener un picnic. Aún recuerdo la cara de sorpresa de Lars y de James cuando se dieron cuenta. Tomaron la broma bastante bien”. ¿Se pueden imaginar la risa de los fans al ver esta payasada por parte de Linkin Park? Si Mike no hubiese sabido que los muchachos de Metallica tuviesen sentido del humor, no se hubiese atrevido a hacer la pequeña broma.
Una pequeña broma de vez en cuando no hace daño. De hecho, fortalece los vínculos de amistad entre los seres humanos. Solo recuerda que las bromas tienen un límite. De este modo, sabrás cómo quedar bien al hacer las bromas al estilo Mike Shinoda: con estilo y sin heridos.