Para entonces, Kevin Parker (1986), a quien bien puede considerarse el fundador de la banda, contaba con 21 años de edad; ya escribía, grababa e interpretaba; en fin, un señor produciendo música en el contexto melódico de una Perth que también vivía el ocaso del siglo XX. Muy al comienzo, el personaje se movía con otras bandas; fueron los antecedentes de experiencias de cara a lo que luego vendría. Una de ellas resultó ser The Dee Dee Dums, a dúo con Luke Epstein.
Lanzado y conocido, el esfuerzo original de Tame Impala atrajo a diversos sellos discográficos. A mediados de 2008 y con impacto de proyección internacional, la banda contrataba con Modular Recording. Para ese momento, Dominic Simper (bajo) y Jay Watson (batería) ya acompañaban a la nueva experiencia; de allí saldría el debut del disco EP, así como las presentaciones con el mismo nombre, a pesar de cierta confusión, de mediana intensidad, sobre la verdadera denominación de la primigenia producción.
Nada que llegara a distraer y perder la dirección buscada por la banda, ubicada ya como la número 1 en Australia, de la mano de Independent Record Label. Tres (3) temas la mantendrían dentro del 10 en las listas musicales del quinto continente: Desire Be, Desire Go, Half Full Glass of Wine y Skeleton Tiger. Aquel mismo año y los siguientes traerían mucha intensidad: tours junto con diversas bandas, festivales dentro y fuera de casa y su inolvidable aparición entre los 100 mejores de Triple J… Claro, Kevin no dejaba de producir en casa.