La canción empezó a gestarse cuando Chris escuchó el álbum “All Things Must Pass” de George Harrison. En algún punto sintió que al disco que estaban grabando (A Rush of Blood to the Head de 2002) le faltaba algo de “magia”. Entonces sentado frente a un piano algo desafinado empezó a distraerse tratando de tocar “Isn’t it a Pitty” de Harrison. Ahí fue donde al llegarle le melodía de “The Scientist” corrió a grabarla en el estudio de Liverpool.
Martin dijo que la canción era “adorable”, así que quedó en el álbum. Sintió que era justo lo que le faltaba al resto del disco. Luego, pensaron en la grabación de un video musical que promoviera tan buena canción. La producción quedó a cargo del director James Thraves quien pensó que quedaría bien una narrativa en reverso para este. Esto puso a entrenar a Martin largas horas aprendiéndose la letra de su propia canción, solo que esta vez cantada al revés para ir con el resto del video musical.
Martin lo logró. Luego filmaron en varias locaciones con tomas reversas. Las locaciones más destacables son Bourne Woods y Londres, ya que tuvieron la mayor parte de las escenas. El video fue estrenado el 14 de agosto de 2003. Inmediatamente causó una gran impresión entre las personas que lo vieron. Como consecuencia del arduo trabajo de la banda y del director, “The Scientist” ganó el premio MTV a mejor video y a mejor director, además de una nominación a los Grammy’s de 2004 (perdiendo ante “Hurt” de Jhonny Cash).
Sin duda alguna el trabajo y el esfuerzo fueron recompensados. La ganancia fue la fama que tuvo esta banda tras el lanzamiento de este video musical tan particular. Fama que los dio a conocer a nivel mundial. Podría decirse que sin este video, Coldplay hubiese tardado un poco más en darse a conocer en el mundo entero.