El baño estaba a unos cuantos metros de su puesto de batería, pero había pasado ya por mi espalda y yo seguía pensando que estaba en su lugar. Comencé a tocar la toma que es la que se utilizó, y Hey Jude continuó por horas antes de que la batería tocara y mientras tocaba sentí repentinamente a Ringo pasando de puntillas muy rápido por detrás de mí, tratando de llegar a su puesto. Después de que se puso en ella, boom boom boom, la sincronización fue absolutamente impecable".
Otra anécdota interesante fue que mientras se grababan los coros, los Beatles preguntaron a los miembros de la orquesta si podrían dar aplausos y cantar el estribillo mientras la coda de la canción seguía. La mayoría de ellos aceptaron (por el doble del salario), pero uno de ellos se negó, diciendo: "¡yo no daré palmadas ni cantaré la tonta canción de Paul McCartney!".